La mayoría de las haciendas pertenecieron a conquistadores españoles quienes recibieron grandes donaciones de tierras de la Corona española y más tarde adjudicaciones por parte del gobierno ecuatoriano.
Después de años de leyes de reforma agraria y venta de parcelas a agricultores vecinos, las haciendas hoy en día se reducen a pequeñas áreas de terreno alrededor de la casa histórica, muchas de las cuales mantienen su arquitectura original con sus jardines y estilos del viejo continente.
Las haciendas de los Andes son una forma encantadora de conocer el país y alojarse, ya que se puede disfrutar de los hermosos y coloridos paisajes andinos y de muchas actividades en los alrededores